un diciembre de 1998

no se muy bien que, lo vi al flaco, le costaba ocultar su sonrisa, me pareció extraño no reconocer a un chico tan buen mozo en una fiesta tan cercana a mi pueblo, lo más probable es que no sea sea de la zona pensé, con bastante descaro me acerque y le pregunte alguna pavada sobre la comparsa o lo que sea, se quedó mirándome unos segundos con algo de sorpresa, en ese instante en el que nos reconocíamos, tuve la clara visión premonitoria de lo que sucedería esa noche, la euforia incentiva por el alcohol con la que nos íbamos a amar, me respondió de muy buena gana y predisposición, hablamos un buen rato de nimiedades, disipando mis dudas sobre su residencia y que estaba de paso por un trabajo, sentí que había la suficiente conexión para invitarlo a un lugar mas retirado, lo cite unos mas tarde a un depósito de cereales que yo sabía sin actividad, se sabe que que soy el puto del pueblo, el puto de cafferatta, uno de los putos de caferatta porque somos dos, por eso prefería que no lleguemos juntos, no quería que ningún comentario, broma o que sea arruine algo lindo, quizá en otro momento no me hubiese importado putearme con quien sea, llegue al lugar, Pablo tardo un poco más de lo que habíamos pactado , por instantes creí que no vendría. Llego, nos besamos, nos todo… pasaron las horas, nos despedimos, me paso el numero de la pensión donde estaba parando esos días, nos abrazamos un rato mas. yo tenía que aprovechar que mi hermano volvía en su camioneta ya que el colectivo que entra al pueblo pasa solo dos veces al día. Chau hermoso. Los días siguientes posteriores yo cerraba la forrajeria un rato antes para ir a llamarlo, y hablar un rato por teléfono, salia antes porque sino me cerraba la cabina. Quedamos en ir a pescar el viernes, un día antes de que siga su viaje por trabajo, la coartada por excelencia en un pueblo castrador. Vengo de la cabina Pablo me dijo que no le puede hacer esto a su novio, que soy hermoso , que lo perdone, que sepa entender.